jueves, 30 de octubre de 2008

Afraid of Bitterland

· Dreaming ·

Somewhere, beyond the mirror
Somehow, beneath the illusion
Something, there in the reflection
Where the light becomes naughty and builds rainbows
Is told to be a sweet place, where your tears are apple juice, where the ground is made of chocolate and the flowers turn into lollipop.
Where is ... it?
Somewhere, over the rainbow. It´s named
Candy Island.
( Mum, I´m afraid of Bitterland. I don´t like nightmares. Don´t worry. Don´t be afraid. Try to close your eyes, and have sweet dreams. )

miércoles, 29 de octubre de 2008

Tic - Tac

· Mirage ·

El futuro es, todo aquello que soñamos. El pasado, todo aquello que recordamos.
Y el presente... el presente es, todo aquello que percibimos, el presente es... ese sitio, ese plató donde nos graban. Cada uno tiene su propio guión. Y quién lo escribe? El propio actor, y los demás personajes, no son más que palabras en un papel.
( El espejismo de un reloj haciendo tic - tac. )





domingo, 26 de octubre de 2008

El lago de los deseos



Continúa el camino, me dijo, sigue el sendero hasta el final. Hasta llegar al lago. Y allí detente. Todo el que va allí, no vuelve. Es el lago de los deseos. Nadie vuelve a oír nada de esa persona. Dicen que se cumplen todos los deseos. Dicen que si te metes hasta el cuello, y pides un deseo, y que si después dejas que el agua te cubra entero, que si después dejas que te hundas, se cumple tu deseo, me dijo. Pero que nadie vuelve, me advirtió.
( ... )
Nadie ha vuelto nunca para contarlo.
Y cómo saben que en realidad se cumplen tus deseos, si nadie ha vuelto para contarlo?
Porque yo mismo fui y pedí que se dejaran de conceder los deseos a la gente. Y ahora todo el mundo se ahoga esperando a que su deseo se cumpla. Qué irónico! dijo con una sonrisa en la boca, se ahogan en sus propios sueños.
Pero si nadie ha vuelto para contarlo, cómo es que usted volvió para contármelo a mí?
( ... )
Descúbrelo por ti mismo.
( ... ) se giró sobre sí mismo y se marchó diciendo:
Continúa el camino, me dijo, sigue el sendero hasta el final. Hasta llegar al lago. Y allí detente. Todo el que va allí, no vuelve. Es el lago de los deseos.

lunes, 20 de octubre de 2008

El cuaderno de las anillas dobladas


Y continúan los disparos. Me quitan el hambre cuando quiero comer, me despiertan por la noche. Hoy he tenido suerte y no he oído a la madre llorar por su hijo, porque no le ha dado tiempo, porque una bala le ha atravesado el cerebro antes de que la imagen de su hijo le rompiera el corazón. Y salgo a la calle, y me encuentro el cuaderno que llevaba el niño. Está tirado en el suelo, testigo del asesinato de una madre y su hijo, testigo de la ruptura de dos corazones. Y tiene las anillas dobladas.
- Cógelo, quizás sea una señal - Me dice Ella, agarrándome de un brazo.
- Sí. Quizás sea el momento de empezar a escribir - le respondo mientras sonrío.
Y lo abro, y está vacío. No hay nada escrito en él. Es el lienzo en blanco en el cual dibujaré mis palabras para que no se olvide esto. Para que el recuerdo de esta guerra permanezca por siempre. Y Ella se acerca, mira en el cuaderno, y su pelo roza ligeramente mi cara. Un escalofrío baja corriendo desde mi nuca.
- Toma - me dice -, con qué pensabas escribir si no? - me dice mientras me da un lápiz.
Y entonces, quizás accidentalmente, o quizás no, sus dedos tocan los míos. Y le sonrío.
- Gracias - le digo, con una tímida sonrisa en la cara -, escribiré todos los días.
Y ella me devuelve la sonrisa.
La verdad, es que no tenía ganas de sonreír, no aquella mañana, pero desde que me ha sonreído, desde que he sentido su pelo en mi cara, soy el hombre más feliz del mundo.
Sin embargo, no me atrevo a decírselo. No soy capaz de decirle que la quiero, ni aun siendo el último día en la Tierra. Pero sí soy capaz de robar un cuaderno a un niño muerto, un cuaderno con las anillas dobladas.
Escribo un día, dos, y tres, escribo mientras Ella duerme, mientras yo la miro soñar, mientras sé que está segura allá donde esté, donde las balas no la alcanzan.
Y disimuladamente, agarro su mano, y me quedo mirándola. Con la otra mano abrazo mi cuaderno. Y me quedo mirándola, intentado descubrir los secretos de su pelo, intentando desentrañar lo que piensa.
Hasta que al día siguiente me despierta. Eres lo primero y lo útimo que veo en todo el día.
Pero no puedo decírtelo. No puedo contártelo. No puedo decirte cuánto te quiero. Ni aunque sea el último día en la Tierra.
- Sabes? - me dices - quizás esto no sea tan malo, quizás salgamos hacia adelante. Pero prométeme una cosa.
- Dime.
- No quiero que nos separemos nunca. Quiero que estemos juntos siempre. No quiero vivir con el sufrimiento de haberte perdido. En estos momentos, es cuando más se necesita una mano amiga, verdad? - sonrió.
- Sí, creo que sí. Te lo prometo.
Y salimos a la calle.
No sé si habrá notado que me quedé dormido mirándola. Pero a veces, la miro y, cuando me dirige la mirada, vacilo un instante, y después, me fijo en cualquier otro punto detrás de ella, disimuladamente, y la engaño, le hago creer que no la miraba a ella, sino a cualquier otro lugar. Pero a veces me pregunto si no me estaré mintiendo yo a mí mismo. Si en realidad lo que pretendo es que ella no sepa que la quiero o lo que en verdad quiero es hacerme creer que no la quiero para no tener que pretender que engañarme. Un círculo vicioso. Que se enrolla como el hilo de unas anillas de un cuaderno, que tiene las anillas dobladas.
Es entonces cuando cuatro o cinco militares nos sorprenden, cargados con sus pistolas. Y yo, con mi cuaderno.
Ella y yo nos detenemos, y uno de ellos nos apunta. Nos dice, entre risas y tambaleos por culpa del alcohol, que sólo nos da treinta segundos para despedirnos. Contaré hasta treinta y después, pum!
Los dos estamos asustados.
Y nos abrazamos. Qué bien huele su pelo.
- Sabes? He leído tu cuaderno. Lo siento - me dice ella.
- Tranquila - le susurro -, eso ya no importa. - y la abrazo más fuerte. Pero todavía no me atrevo a decirle que la quiero, no, ahora no, todavía no es el último día en la Tierra.
( ... )
- Sabes? Te, te quiero. - me susurra, y siento su aliento en mi cuello.
- Qué? ( ... ) me, me quieres? - digo, mientras mi corazón se pone a latir más fuerte de lo normal.
- Sí, te quiero. Perdona por decírtelo ahora, sé que no es el momento ni el lugar, pero...
- Pero es el último día en la Tierra - digo muy bajito.
- Qué?
- Que yo también te quiero.
Y entonces, la miro, sus ojos están empapados de lágrimas, y me acerco lentamente, a besar sus labios.
( Vale ya! voy a disparar ) se oye a lo lejos.
Y pienso, dispara, me da igual, no me importa ya, no me importa que sea el último día en la Tierra, pues si muero, habré muerto besando sus labios.
Y entonces, se oye un disparo, y siento que algo me quema la espalda. Me atraviesa de lado a lado, y agujerea mi corazón. Pasa por el cuaderno, y después a Ella. Siento cómo me abraza más fuerte.Y las piernas me fallan, y me caigo al suelo. Veo cómo vuela el cuaderno por encima mío, y después va a parar detrás de mí, dejándome ver el cielo, durante mis últimos segundos de vida. Y desde allí, se ven dos cuerpos en el suelo, y más allá, un cuaderno, abierto por la primera página, en el cual se lee: Escribiré todos los días este cuaderno, y siempre lo haré cuando ella sueñe, donde no puedan alcanzarle las balas, pero nunca le diré que la quiero, no al menos, hasta que no llegue el último día en la Tierra.
Y ese cuaderno tiene las anillas dobladas.



Dedicado a Jonatan, que me pidió que se lo dedicara.

· ミケル ·

sábado, 18 de octubre de 2008

Cartas a la Luna



Cartas a la Luna


Hoy por fin las nubes me dejan verte. Tan brillante, que atemorizas a las estrellas del cielo y haces que hoy no se puedan ver. Te atreves a reflejarte en la superfie del mar, pero te resistes a que te lleve la corriente. Tu reflejo parece balancearse con las pocas olas que acaban muriendo en la orilla, haciéndome cosquillas en las piernas. La arena está fría, y la playa vacía. Si miro atrás, veo las ruinas de una sociedad por fin acabada. Y se oye el viento. No pienso mirar atrás. Y se escuchan las olas morir en la orilla. Esa sociedad ya murió.Y tú, Luna, rielas en la superficie. Y tú, Luna, te ahogas en el mar.
Entierro un poco más las manos en la arena, me gusta sentir el frío entre mis dedos, y entonces decido que esta noche no voy a dormir, esperaré a que salga el sol. Quiero ver cómo realmente mueres ahogada, cómo te escondes tras el horizonte, y tu reflejo se hunde en el fondo del mar.

martes, 14 de octubre de 2008

Escóndete, que ya viene

Mist · ( ery ) *


Sabes? Ya estoy cansado de escapar.
Y yo.( ... ) Crees que algún día podremos volar no sólo para escapar de la jaula?
Espero. Suelo volar para despistarme del mundo de abajo, pero enseguida viene y me atrapa. Tengo alas, pero no soy libre para volar. Cuando me lanzo al vacío, cuando ya empiezo a sentir el viento en mi cara, siento cinco fríos dedos rodeando mi cuerpo, y me despierto otra vez en la jaula. Sin embargo, esos segundos que necesito para volar, ese tiempo de caída libre, ese tiempo en suspensión, cuando empiezo a sentir la ingravidez, siento que soy el más feliz del mundo.
A mí me pasa igual. Por eso estoy encadenado. Una vez intenté volar lo más alto posible. Se formó un gran revuelo. Todo el mundo me miraba, esperanzado, hasta que me cogieron. Desde entonces, tengo prohibido volar.
Sabes? Algún día intentaré volar más alto de lo que ha hecho nadie nunca. Algún día veré las estrellas desde otro cielo, desde otro planeta. Y tú vendrás conmigo.
: )
Shhh... escóndete, que ya viene.
( Son sólo palabras. Las palabras se las lleva el viento. No son más que castillos en el aire )

sábado, 11 de octubre de 2008

Llevándolo al extremo



( ... )
-No te burles del pobre herr Roller – le había dicho Madre una tarde, después de que el niño le relatara su última aventura. - No tienes ni idea de lo mal que lo ha pasado en la vida.
-Está loco – dijo bruno, llevándose un dedo a la sien y describiendo los círculos mientras silbaba para indicar lo chiflado que estaba. - El oto día se acercó a un gato que había en la calle y lo invitó a tomar el té.
-¿ Y qué dijo el gato ? - preguntó Gretel, que se estaba preparando un bocadillo en la encimera de la cocina.
-Nada – contestó Bruno - . Era un gato.
( ... )

El niño con el pijama de rayas, John Boyne.
[ Ese instante, esa milésima de segundo que nuestros ojos se han atrevido a inmortalizar y la envían a nuestro cerebro y la captamos cuando ya es demasiado tarde. Ese momento, en el que reaccionamos instintivamente, de lo más primitivo, y se nos escapa un pequeño suspiro. Un pequeño suspiro que se queda suspendido en el aire. Y libre, se escapa. Y un escalofrío te recorre la espalda, y te limitas a sentir lo que siente esa persona que se ha quedado sin aliento, que todavía está suspendida en el aire ]

miércoles, 8 de octubre de 2008

Hoy no quiero ser un robot


Y la ley qué dice?
Da igual. La fuerza de la moneda manda. Lánzala.
Cara o cruz.
O canto.
( Hoy intentaremos responderlo )
Juicios rápidos y acusaciones de 15 minutos.
Orden de alejamiento. ``Por favor, no la toques ´´
Oh no...
Y nos tomaremos otra cerveza para celebrar esa partida de golf, pese a que sabemos que nuestro vecino pasa sed, mientras miramos indiferentes a la tele, a esa caja tonta que nos vuelve imbéciles, y que nos enseña cosas, nos cuenta cuentos de miles de kilómetros de distancia de aquí, mientras nuestros hijos miran el plato de comida que se les enfría bajo la estela de un árbol de Navidad que parpadea y que paciente guarda todos sus regalos. Pero da igual. Nadie ve la tele. Todos la miran.
[ Lo ves? Un mundo de ciegos frente a nuestros ojos ] - Pero alguien me dijo que el mundo desaparecía si cerraba los ojos, que todo se desvanecía. Al menos, si lo hacía con la suficiente fuerza -

miércoles, 1 de octubre de 2008

-



[[ Alguien ha encendido la chimenea y las llamas bailan trémulas haciendo que la luz baile de un sitio a otro de la habitación. Las sombras juegan al escondite. Y fuera sigue nevando. Mañana podremos jugar con ella. Una pequeña guerra pacífica. Se está tan bien así. Te miro, tapada bajo una manta. Qué? me dices. Nada.
Voy a preparar más chocolate.
]]


"Walking On Sunshine"
I used to think maybe you love me, now baby I'm sure
And I just cant wait till the day, when you knock on my door
Now every time I go for the mail box, gotta hold myself down
'cause I just cant wait till you write me, you're coming around
[Chorus:]
I'm walking on sunshine (whoa oh)
I'm walking on sunshine (whoa oh)
I'm walking on sunshine (whoa oh)
And don't it feel good (HEY!) Alright now
And don't it feel good (HEY!) Alright now
All right now yeah! (HEY!)
I used to think maybe you love me, I know that it's true
And I don't wanna spend all of my life just waiting for you (just waiting for you)
Now I don't want you back for the weekend, not back for a day, no, no, no
Baby I just want you back and I want you to stay
[Chorus]
Walking on sunshine
Walking on sunshine
I feel the love, I feel the love, I feel the love that's really real
I feel the love, I feel the love, I feel the love that's really real
[Chorus till end]