domingo, 23 de noviembre de 2008

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Quizás me equivoque al decir esto.
Quizás me confunda al pensar así.
Quizás esta no sea la manera.
Todavía no.
Dejar que la lluvia me moje la cara.
Subir a la cima más alta del mundo.
Sentir la arena fría entre mis manos, y notar las olas romper en mis piernas.
Coger aire y meter la cabeza en el agua hasta sentir que no puedo más.
Hacer y decir sin vacilar
Dejar de ser una estadística, pasar de un número a un hecho.
Reir, llorar, correr, saltar, gritar...
Hacer que vivir sea mi droga.
Ver la estela de una estrella fugaz y pedir un deseo.
Convertirse en el descubridor de ese nuevo mundo, convertirse en Anónimo Vespucio.
Hay veces que me gustaría no sentirme tan condicionado por el tiempo.Quiero ganarle la batalla. Me gustaría matar el tiempo clavándole las agujas a un reloj.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Hide and Seek


A hurtadillas

Sabes? Hay veces que me gusta caminar imaginándome que no hay nadie, aunque la calle esté llena de gente. A veces me gusta jugar al escondite y hacer que yo tengo que ir a buscarles, pero hago trampas, y no los vuelvo a ver. Y si es de noche y veo las luces encendidas de una casa, juego a pensar que se fueron de allí apresuradamente y que se les olvidó apagarlas. Y si es de día y veo una pelota botando en el suelo, me gusta pensar que juega con ella misma, pues se aburre en un mundo donde no hay piernas que le den patadas. Y si veo las luces de un avión surcando los cielos, juego a pensar que es una estrella fugaz, ya no tan fugaz, que juega a pasar lentamente, pues ya no tiene miedo a que a todo el mundo pueda pedir un deseo y tenga que cumplirlo, porque ya no queda nadie, ya no hay deseos que cumplir. Pero tengo que ir a hurtadillas, para que no me oigan, para que no se enteren de que estoy haciendo trampas. Para seguir jugando al escondite en una calle llena de gente.