jueves, 16 de junio de 2011

El Sol me ciega

Abro la ventana y el bullicio de la ciudad entra por ella. Como si de un proceso termodinámico se tratara, en poco tiempo me veo rodeado de sirenas, gritos de niños y ladridos de perro, llevándose mi dióxido de carbono, o quizás monóxido, que yo me encargué de producir la noche anterior. También entra, cómo no, frío. Frío mañanero.

Pero un rayito de sol asoma desde más allá de las nubes, y desde algún lugar del universo, piden que me calme. Que tome el sol.

martes, 7 de junio de 2011

Yield

Para qué tenerte miedo, si sólo te tengo cuando no estás? Dichoso aquel que no teme al final, dichoso aquel que, sin olvidarte, no te tiene miedo. Dichoso yo. Que vivo y viviré tan bien que temblarás cuando vengas a recogerme.

Y la muerte no tendrá señorío.
Desnudos los muertos se habrán confundido
con el hombre del viento y la luna poniente;
cuando sus huesos estén roídos y sean polvo los limpios,
tendrán estrellas a sus codos y a sus pies;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar saldrán de nuevo,
aunque los amantes se pierdan quedará el amor;
y la muerte no tendrá señorío.