domingo, 22 de febrero de 2009

Casiopea



Necesito un cuaderno y un bolígrafo. Abro una página al azar y me pongo a escribir. Esta es una de esas noches en la que no queires dormir. El reloj marca las cinco.
Porque hoy no quiero dormir. Es una noche en la que no parece hacer mucho frío, y me gustaría quedarme hasta que el sol difumine el impasible negro de la noche con el virginal naranja del amanecer. Me apetece mirar las estrellas. Y de repente, ves una estrella fugaz rasgar el cielo. Veo cómo una línea divide Casiopea en dos. Veo la estela de un dragón que vuela más allá del cielo. Nadie más parece haberlo visto. Sólo ha durado un segundo, quizás menos. Quizá haya sido mi imaginación. Y me ha hecho sonreír. Has aparecido de la nada y de repente, desapareces. Te vas para no volver. Tu estela se ha borrado. Ya no aparecerás más. Te vas para no volver jamás. Has volado más allá del cielo, y he decidido quedarme en tierra.
Mañana tendré que buscar mis letras en una página al azar de un cuaderno cualquiera. La luz artificial de la lámpara halógena ha parpadeado y mi perro a mis pies está ya soñando. ¿ Será hora de decir hasta mañana ? El reloj marca ya las cinco y media. Y le pongo punto y final a Casiopea.
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· Y la nieve sigue cayendo en un intento en vano de cuajar sobre el agua. En un intento suicida por quedarse, por permanecer aunque sólo sea un segundo. No desespera, y las ondas en el agua avisan de que siguen cayendo copos. Copos en una misión suicida que quieren dejarlo todo blanco. Cada copo, cada unidad minúscula está destinada a caer en un lugar, pero sólo unos valientes se atreven a separarse del grupo y saltar al agua, y desaparecer por siempre. Deshacerse al tocar el agua y convertirse en ella.
Sólo un iluso diría que es en vano, sólo un iluso diría que es suicida. Al menos, esos valientes copos no se desharán lentamente con el sol de la mañana, si no que desaparecerán sobre el agua, y no se arrepentirán de la decisión que han tomado. Desaparecerán sabiendo que lo que han hecho ha sido lo que han querido.Y el año que viene volverá a nevar y volveremos a ver a esos copos dispuestos a todo, dispuestos a cuajar sobre el agua. ·