martes, 15 de enero de 2013

Mensaje en una botella

Me da que esto no va a ser más que otra obra de un autor frustrado que construye algo para ordenar las ideas de su cabeza. O de lo que queda de ella.
Porque parte de esa cabeza estuvo antes flotando por el espacio. Dando vueltas, a la velocidad de la luz. Estuvo en una estrella a la que pidieron un deseo, formó parte de un mar testigo de un mensaje en una botella a la deriva, de un cielo de verano. Y siempre seguirá viajando, viendo y contando historias. Mientras exista el tiempo estará en alguna parte del Universo. De este Universo al que le gusta ser caprichoso y jugar a los dados, artífice de esta obra maestra encargada de hacer que siempre viajes. Quizás para ordenar las ideas de su cabeza. Quizás, comido por la envidia, para sentirse un poco más humano. Para poder soñar, para poder ser.



Que todos somos polvo de estrellas