Oigo tímidamente el tic - tac del reloj de la cocina. Un reloj que hace mucho tiempo me pidió que le diera cuerda. Un reloj que hace mucho tiempo me pidió otra compa más. Veo la silueta de una botella en mi habitación. Quizás una sombra, o quizás real. Da igual. Hoy quiero imaginármela llena. Para así mañana invitarle al reloj a una copa más. Para así brindar mañana por esos momentos en los que quieres que el reloj vaya más lento, y parece detenerse.
Miro el reloj
- ¿ Qué hora es ?
- Las siete y diez.
- ¿ Ya ?
- No. Todavía.
: )