· Welcome to Candy Island, where chocolate dreams melt, where strawberry lullabies are sung, where people sing sweet songs tucked in their sheets ·
domingo, 8 de noviembre de 2009
Domingo
domingo, 1 de noviembre de 2009
Blowing in the wind
Me gustaría poder volar como los pájaros. Dime, ¿ Por qué no puedo hacerlo yo ?
Claro que puedes. Solamente tienes que dejar lo convencional a un lado, olvidarte de lo imposible, ir más allá de la palabra, ir más allá de lo real.
Entonces se metió la mano en el bolsillo y pareció darle algo, que después envolvió entre sus manos, con sumo cuidado, con miedo a que se rompiera.
Ahora que tienes la música, ya puedes volar. Ahora que tienes la música, ya puedes ir más allá del cielo. Ahora que tienes la música, ya puedes soñar.
Al humano le costó entenderlo, y todavía hoy hay algunos que no son capaces de soñar, no son capaces de sentir, cada nota en cada centímetro de su piel.
miércoles, 28 de octubre de 2009
Siete notas
Vuela el tiempo, tan rápido como el halcón que persigue a su presa. Y esta, desconfiada, ingenua, sigue caminando sobre sus pasos bajo el sol, bajo la rapaz.
Se esfuma, como ese cachito de papel que se quemó una vez, esperando que aquel deseo se cumpliera, esperando que el humo lo llevara más allá. Haciéndole señales al artífice de sueños.
Siete notas, nada más, siete notas necesita el artífice para crear un sueño. Siete notas, que se esfuman con el viento.
Y hasta que ese nuevo sueño se cumpla, caminaré sobre mis pasos, caminaré bajo el sol, bajo la rapaz, en la senda del tiempo.
A veces, pensando que la rapaz me persigue. A veces, pensando que pude engañarla, y me perdió de vista.
jueves, 8 de octubre de 2009
lunes, 5 de octubre de 2009
Octubre.
Cuando la noche llega y el viento frío empieza a soplar. Cuando todavía es de día un ratito más. Cuando las nubes descargan tormentas improvisadas para avisar de que ya está aquí. Esa época de castañas, chocolate y manta. Donde el día parece demasiado corto, donde las noches son insualmente cálidas. Ese mes de recuerdos, clima impredicible, sonrisas, catarros, películas y el aroma del frío. Ese mes de castañas, chocolate y manta. Ese mes que empezó con luna llena. Octubre. ``Ese mes que no quiso rimar tan bien con los cuatro últimos´´.
Para ti, mi chico de Octubre.
sábado, 26 de septiembre de 2009
A aquella que me enamoró con una canción de guitarra
Esta canción me recuerda a ti.
Si te soy sincero, me recuerda a ti, y a mí.
A esa novia de verano. A ese romance de la adolescencia temprana. A la primera chica que en realidad me importó. Aquella que me enamoró con una canción de guitarra. Aquella cuyos besos me hacían cosquillas. ^.^
Esos besos del típico libro de dieciséis páginas empalagosas llenas de frases demasiado encarameladas para adolescentes de trece años. Adolescentes, que todavía estaban aprendiendo.
Para ti, esta actualización.
Otherside, Red Hot Chili Peppers.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Matrices
lunes, 21 de septiembre de 2009
El vaivén de las horas
Se dice que un beso es equivalente a una onza de chocolate. Que el sexo es equivalente a una tableta.
Noto tu aliento en mi cara, tus brazos rodeándome. Escucho el tic tac de un reloj que no para de incordiar, que se empeña en contar los minutos, que quiere que amanezca.
Parece que no le caí muy bien a aquel reloj.
Te miro. Tienes los ojos cerrados. Y yo también me duermo. A la espera de un sueño de un barco que va a la deriva, que zozobra, que se pierde durante unas horas entre islas caribeñas.
Se dice que un beso es equivalente a una onza de chocolate. Que el sexo es equivalente a una tableta. No saben de lo que hablan. ^.^
domingo, 13 de septiembre de 2009
Más allá de los mapas.
Quizás sea por los rayos del sol, que no me dejan ver la acera.
Pero... no puedo parar de sonreir.
: )
viernes, 21 de agosto de 2009
Cefeidas
Ésas son las cefeidas.
viernes, 17 de julio de 2009
Batidos
Qué?
De pequeño me chiflaban los batidos de vainilla. Entraba en la barra, y me robaba unos. Hasta que leí: vainilla.
Mamá, por qué pone vainilla?
Porque son de vainilla.
Pero si a mí la vainilla no me gusta.
Y de qué son pues?
Pues... de otra cosa que me gusta, le dije.
martes, 14 de julio de 2009
Sweet dreams...
sábado, 11 de julio de 2009
Desde mi ventana, la noche de San Juan
Esta noche será con Luna.
" Y las campanas tocaban tímidas, escondidas tras la voz del viento, como si no quisieran que nos eterásemos de que ya era medianoche "
miércoles, 17 de junio de 2009
A caballo
Los cascos me aíslan del mundo con una canción instrumental que antes tenía letra mientras el reloj se decide entre marcar las tres o las cuatro. Es así como le doy uso a un cuaderno cuyas hojas están dobladas y corroídas por culpa de los ácidos y bases que antaño no eran más que fórmulas impresas. Escribo a lápiz para volver a escribir sobre este boceto. Discuto con la almohada sobre si el cielo debería ser naranja durante sólo un día. Pero el reloj ya marca menos cuarto, a caballo entre y media y en punto. Y, mientras, en la cama noto que me sobra la ropa, que me faltas tú.
viernes, 12 de junio de 2009
Medianoche en punto
sábado, 6 de junio de 2009
Volando
lunes, 1 de junio de 2009
Horario de verano
La escucho. Me gusta oír cómo ruge el cielo.
( ... )
Pero no hay ni una sola nube.
¿ Acaso importa ?
No.
( ... )
Pero las tormentas necesitan nubes.
Sí, pero hoy es viernes. Los viernes, las nubes se toman el día libre.
domingo, 24 de mayo de 2009
miércoles, 20 de mayo de 2009
Puntos supensivos
``· Someday I'll wish upon a star and wake up where the clouds are far behind me ·
· Where troubles melt like lemon drops, away above the chimney tops ·
· That's where you'll find me ·´´
Las gotas de agua vuelven a caer al suelo, como cuando se dejan caer los dedos sobre las teclas de un piano. Y el viento se lleva en su invisible estela los pétalos del cerezo que quería estar en flor hasta el verano, esos pétalos que tímidamente se sujetaban en las ramas y que ahora adornan todo como cubriéndolo de nieve coloreada. Parece magia cómo el sol desaparece más tarde y los pensamientos tejen alfombras de un millar de colores allá donde pueden. Sé que una vez dije que el cielo es de todos y que las estrellas no se coleccionan, pero te debo una estrella. Te debo una noche bajo las estrellas, y ese cielo será solo tuyo y mío, aunque sólo sea durante un segundo.
Hoy sólo me apetece una taza de té, un balcón, un cielo estrellado y puntos suspensivos.
miércoles, 13 de mayo de 2009
domingo, 10 de mayo de 2009
Blancas juegan y ganan.
Un perfume, un olor. Un programa virgen y configurable a tu antojo. Recuerdos de una tarde de verano en una camiseta, de un viaje en un neceser, de una tarde de invierno y una taza de café. El olor de la madera tallada de las figuritas del ajedrez del salón con el que te gustaba jugar a soldaditos cuando eras pequeño, cuando todavía no sabías jugar. Con el que todavía me gusta montar esas batallitas.
Blancas juegan, y ganan.
sábado, 9 de mayo de 2009
Playing away
Es una noche en la que luna juega a ser sol y brilla tanto que lo cubre todo de plata. Una noche en la que el viento cálido del sur lleva el pólen que hace unos días colonizaba los jardines. Una noche azul oscuro. Una noche de manga corta y tumbarte en la hierba. Una de esas noches en las que quieres que llueva durante por lo menos, cinco minutos.
^ ^
jueves, 30 de abril de 2009
Una copa más
Oigo tímidamente el tic - tac del reloj de la cocina. Un reloj que hace mucho tiempo me pidió que le diera cuerda. Un reloj que hace mucho tiempo me pidió otra compa más. Veo la silueta de una botella en mi habitación. Quizás una sombra, o quizás real. Da igual. Hoy quiero imaginármela llena. Para así mañana invitarle al reloj a una copa más. Para así brindar mañana por esos momentos en los que quieres que el reloj vaya más lento, y parece detenerse.
Miro el reloj
- ¿ Qué hora es ?
- Las siete y diez.
- ¿ Ya ?
- No. Todavía.
: )
martes, 21 de abril de 2009
Porque las palabras se las lleva el viento
¿ A veces no te sientes tan a la deriva, que crees haber perdido el rumbo, y no sabes si lo que ves es real, no sabes si lo que oyes es real, ni siquiera si a quien abrazas es real, tampoco si tus sueños lo son, y te sientes tan, frágil, tan, frío, como tu reflejo en un espejo, y que te gustaría cambiar todo, cerrar los ojos, y que todo sea distinto, y que se puedan elegir los sueños a la carta, guardártelos en el bolsillo, y esconderlos bajo la almohada ?
Me acompañas a la deriva?
Esto es un regalo
martes, 7 de abril de 2009
Te lo dedico, madrugada
domingo, 5 de abril de 2009
Tímidos trazos sobre un papel
sábado, 4 de abril de 2009
Te dedico un suspiro de mi mente
Una golondrina en una antena intenta mantener el equilibrio. Desiste, y alza el vuelo. Quizás, en busca del País de las Maravillas. Quizás, en busca de otra antena más consistente, una que no se balancee con el viento.
Y una bandada de pájaros la sigue hasta que los pierdo en la lejanía.
Progresión de ideas que salen de mi cabeza. Que tengo la boca llena de palabras que se deshacen como un terrón de azúcar.
Paradojas, paradigmas de lo imposible. Metáforas, arquetipos de la mentira. El artífice de sueños está trabajando en su nuevo proyecto. Será tan perfecto, tan real, que nadie podrá distinguirlo. Tan profundo, tan genial, que nadie sabrá si está soñando. Alcemos pues, todos el vuelo, hacia el País de las Maravillas.
``Porque no todos los vampiros acaban en ataúdes, ni todos los dragones desaparecen al amanecer. Fantasma con cuerpo o vampiro sin sed; un dragón sin alma o un sol sin amanecer.´´
miércoles, 1 de abril de 2009
Let´s fly, let´s dream
Me pongo los cascos y subo el volumen. No sé ni siquiera si esta canción está hecha para mí. Tímidamente creo escuchar alguien que me llama desde fuera. Y subo más el volumen. No lo intentes mundo, no quiero escucharte, hoy no. Me das dolor de cabeza.
Y vuelvo a subir el volumen.
Creo que esta noche he vuelto a soñarte.
jueves, 26 de marzo de 2009
Una talla más, por favor
Le gusta?
Hummm... creo que me queda algo ajustado.
Puedo traerle otro. Quizás una talla más...
Sí, una talla más por favor. Se me ha quedado pequeño.
( ... )
Da igual, déjelo. Me buscaré un sastre que me haga mi propio diseño a medida. De todas formas, ese nuevo tampoco iba a gustarme.
Entonces salió de la tienda de realidades a mitad de precio, reparaciones de sueños rotos y remaches en corazones rasgados de la esquina y se marchó a casa a crearse su propio mundo a medida, con un compás, para que fuera perfectamente redondo.
domingo, 22 de marzo de 2009
El final del horizonte, allá donde nacen las estrellas
ºº Llueva o nieve. Granice o truene. No me importa ya. Aunque arrecie una tormenta. Me veo en el reflejo de la ventana, y más allá, sólo la noche. La madrugada parecía mirarme desde el cinturón de Orión, que me guiñaba parpadeando sus estrellas. Quise creerme que ese cachito de cielo era mío, que era el único que miraba las estrellas y el único que les prestaba algo de atención. Quería, que por lo menos durante un segundo, Orión fuera mío.
¿ Qué sería del cielo si a cada persona le correspondiera una estrella ? ¿ Qué sería del universo si todos coleccionáramos constelaciones ? Pues que no quedaría ni una en el cielo. Que no habría ni una estrella fugaz para pedir deseos. Que la luna gobernaría el cielo nocturno, y que habría ganado la batalla. Todas las noches serían de plata y marfil. Ya no quedarían historias de amor, ni inspiraciones de madrugada. Si no quedan estrellas en el cielo, ¿ quién sería el testigo de tus besos ? Si no hay estrellas en el cielo, ¿ adónde mirarías para elegir tus sueños ? ºº
Hay algo en el aire. Llego a casa, y te dejo caer enima de la cama. Ya te guardaré más tarde en el armario.
Que no se me atraganta tu nombre. Ya no necesito soñarte, y he dejado de mirar al cielo en busca de estrellas fugaces. Esos dragones que volaban más allá del cielo se perdieron con el amanecer.
domingo, 8 de marzo de 2009
Dragones y petachos
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Dragones y petachos.
Tanto silencio, que hasta puedo escuchar el reloj de la cocina. Tanto silecio, que parezco ahogarme en él.
Tacho y reescribo. Coso y remiendo. Petachos, cachitos de tela deshilachada que coloco al azar en un papel, mientras sin querer, dibujo tu cara en mi mente. Petachos que coso en el aire. Petachos que encuentro en el bolsillo del pantalón y en el fondo de la cartera.Que toda la vida es sueño, se dijo una vez, y me quiero despertar con un rayo de luz rozando mi cara. Y que los sueños, sueños son, y que quedarán como anécdota en un cuaderno lleno de tachones y petachos. Lleno de remiendos y de hilos mal cosidos. Un cuaderno que quizás ya no tenga las anillas dobladas, pero que sí tendrá la tapa cosida a las hojas, las hojas llenas de petachos, y en los petachos pequeñas historias de dragones que quisieron ser estrellas.
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Tus labios quedaron suspendidos sobre los míos. Parecían no decidirse sobre si besarme o no. Uno, y dos segundos. Y un débil suspiro rozó mi piel, y se escapó volando.
Lo siento. El tren viene ya. Me voy. Me marcho. Me esperan al otro lado del horizonte, cruzando el mar, más allá incluso de las estrellas. Me tengo que ir, y te dejo con medio beso en los labios, y te doy mi mitad como regalo.
domingo, 22 de febrero de 2009
Casiopea
Necesito un cuaderno y un bolígrafo. Abro una página al azar y me pongo a escribir. Esta es una de esas noches en la que no queires dormir. El reloj marca las cinco.
Porque hoy no quiero dormir. Es una noche en la que no parece hacer mucho frío, y me gustaría quedarme hasta que el sol difumine el impasible negro de la noche con el virginal naranja del amanecer. Me apetece mirar las estrellas. Y de repente, ves una estrella fugaz rasgar el cielo. Veo cómo una línea divide Casiopea en dos. Veo la estela de un dragón que vuela más allá del cielo. Nadie más parece haberlo visto. Sólo ha durado un segundo, quizás menos. Quizá haya sido mi imaginación. Y me ha hecho sonreír. Has aparecido de la nada y de repente, desapareces. Te vas para no volver. Tu estela se ha borrado. Ya no aparecerás más. Te vas para no volver jamás. Has volado más allá del cielo, y he decidido quedarme en tierra.
Mañana tendré que buscar mis letras en una página al azar de un cuaderno cualquiera. La luz artificial de la lámpara halógena ha parpadeado y mi perro a mis pies está ya soñando. ¿ Será hora de decir hasta mañana ? El reloj marca ya las cinco y media. Y le pongo punto y final a Casiopea.
· Y la nieve sigue cayendo en un intento en vano de cuajar sobre el agua. En un intento suicida por quedarse, por permanecer aunque sólo sea un segundo. No desespera, y las ondas en el agua avisan de que siguen cayendo copos. Copos en una misión suicida que quieren dejarlo todo blanco. Cada copo, cada unidad minúscula está destinada a caer en un lugar, pero sólo unos valientes se atreven a separarse del grupo y saltar al agua, y desaparecer por siempre. Deshacerse al tocar el agua y convertirse en ella.
Sólo un iluso diría que es en vano, sólo un iluso diría que es suicida. Al menos, esos valientes copos no se desharán lentamente con el sol de la mañana, si no que desaparecerán sobre el agua, y no se arrepentirán de la decisión que han tomado. Desaparecerán sabiendo que lo que han hecho ha sido lo que han querido.Y el año que viene volverá a nevar y volveremos a ver a esos copos dispuestos a todo, dispuestos a cuajar sobre el agua. ·
martes, 20 de enero de 2009
Una mirada perdida en el espejo
Alguna vez te has mirado durante tanto tiempo al espejo que tu cara se ha vuelto ridícula? Hasta que llega un momento en el que sólo ves líneas, luces y sombras, ni bonitas ni feas. Hasta que te sientes ridículo frente a tu propia imagen. Hasta que dudas sobre si ese que miras eres tú. Y hasta que llega el momento en el que te das cuenta de que no eres más que un saco de carne, bonito a su manera, y que se degrada cada segundo en busca de la felicidad eterna, el equilibrio, la perfecta armonía entre cuerpo y eslogan. Que intenta asemejarse a aquellos que aparecen en paradas de autobús y escaparates, que quiere ser igual que esos retoques digitales, que quiere parecerse lo máximo posible a esas líneas, luces y sombras bonitas, atractivas y ficticias, virtuales. Un saco de carne que quiere ser un modelo de belleza estándar. Un saco de carne que se mira durante tanto tiempo al espejo que todo pierde sentido, y que decide, pincel en mano, tapar esas líneas de su cara y crear unas nuevas, quizás un poco de color aquí, y algo de perfume allá.
Dime, alguna vez te has mirado al espejo hasta que tu cara se ha vuelto ridícula? Porque yo sí, y simplemente me hizo gracia.
Me veo encima de la cama, mirando al techo. Sólo eso, mirando al techo. Dudando de mi propia existencia. La luz de la habitación va desapareciendo progresivamente. A un perro se le escapa un ladrido en la calle, el reloj me avisa con un pitido de que son las algo en punto, y la luz de la luna llena entra por mi ventana. Una luz plateada, que juega a esconderse tras el espejo, que juega al escondite con Alicia.